Los discos de freno anti corrosivos de Jinnge emplean un sistema de protección multicapa para resistir entornos adversos. El material base es hierro dúctil (QT400-18), que por sí solo tiene una mayor resistencia a la corrosión que el hierro fundido gris. Esto se combina con un recubrimiento de aleación de zinc-níquel (8-10μm de espesor) que ofrece 1,500 horas de resistencia a la niebla salina. Un revestimiento adicional de pintura anti-r óstica a base de silicio previene aún más la oxidación. El recubrimiento se cura al calor para mantener su integridad a 300°C, asegurando que no afecte el rendimiento del frenado. Estos discos son ideales para vehículos utilizados en áreas costeras, regiones frías con sal en las carreteras o zonas industriales con alta humedad, extendiendo la vida útil de 3 a 5 años en comparación con los discos sin recubrimiento.